Las
quieres por todo lo que son. Las quieres por lo que te hacen sentir
cuando estas con ellas. Una mezcla de felicidad, tranquilidad,
confianza, fidelidad, un "una para todas y todas para una". Las quieres
porque consiguen aguantarte a todas horas. Las quieres aunque te la
líen. Las quieres hasta bordes. Las quieres porque con ellas has pasado
los mejores momentos de tu vida. Las quieres porque sus abrazos son
mejores que cualquier medicina. Las quieres porque sin ellas la vida
sería en blanco y negro. Las quieres porque siempre están ahí Las
quieres por el simple hecho de que existan.